Una Capitania per a no oblidar!

UNA CAPITANIA, CINCO SENTIDOS Y UN MILLON DE EMOCIONES
El Bando Cristiano, había desfilado el Embajador y el Capitán de la Filá Els Valencians, estaba pasando.
La noche prometía después de lo que estábamos viendo. Un derroche de amor a la Fiesta, de orgullo de
pertenecer a la Comunidad Valenciana.
El cielo se quiso sumar a la Fiesta, primero con un tímido asomo durante los Cristianos, luego tomando
protagonismo con la segunda Filá del Bando Moro, fue cuando en la grada empezamos a oír “está
suspesa”. Rabia y enfado se mezclaron con la esperanza de que fuera algo pasajero.
Las personas que estábamos allí, pensábamos en Juan y en su familia. ¿Cómo estarán, qué pensarán,
cómo expresarles nuestro apoyo.? El tiempo pasaba y la situación no cambiaba. De pronto el bando por
megafonía. “la Capitanía Mora ha començat l’Entrá”. La decisión estaba tomada. CORDA CURTA y su
Capitán habían hablado.
Las escuadras que estaban protegiéndose de la lluvia en el Ayuntamiento seguían su desfile. Todos
corrimos hacia la tribuna, “esto ha parado”. Las escuadras llegan a la Iglesia, caras desoladas, de nuevo la
lluvia, una Banda que quiere dejar el desfile, un público que les pide que continúen, la escuadra de chicas
no habla, la tristeza asoma, pero los cabos sonríen, ofrecen y siguen desfilando. Este sería el preámbulo
de lo que estaba por venir.
La lluvia de nuevo, la calle desierta y las gradas vacías. Silencio expectante. Nadie preguntaba. Pasan
unos minutos, la megafonía del pueblo “ la Capitanía Mora ha escomençat l´Entrá”. Ara va de bó. La
gente se prepara, paraguas, bolsas de basura o a pelo. De aquí, ya, no nos mueve nadie. Poco a poco se va
acercando la Capitanía. Los Cinco Sentidos se ponen en alerta. Los sentimientos están al borde de aflorar.
El misterio poco a poco se va desvelando.
Sólo me viene una definición: “Algo majestuoso, hecho desde el corazón”. El brillo en los ojos de los
componentes de las escuadras de CORDA CURTA. El orgullo de la Filá Capitana se desprendía en su
desfile, en sus cabos. Caballos, dromedarios, alegorías al ausente. Música con una interpretación y una
selección sin igual, estábamos viendo la Fiesta de Moros y Cristianos en estado puro, en l’Alquería de les
Olles.
Pero faltaba lo mejor, una preciosa carroza con Mª Carmen, la esposa, la madre, la Favorita, al lado de su
hija. Con el color blanco elegido como dominante. Las lágrimas de sus ojos se mezclaban con el agua de
lluvia, convirtiendo los dos en un líquido con el que regar todo el recorrido. Miraba fijamente a las
personas más allegadas desde el público, como queriéndoles decir, orgullosa, a pesar de todo, aquí
estamos y esto es lo que os traemos. Cien músicos cerraban la comitiva.
Ya tocaba, está llegando Ruano, se oía entre la gente del pueblo. Saltábamos de la grada porque los
paraguas nos tapaban la visión. Estábamos ahí, a pie de Entrada, como queriéndonos impregnar el oído, el
olfato, la vista, el tacto y el gusto con esos dátiles previstos y que no pudieron llegar. Los camellos de la
Escuadra de escolta, con sus más allegados, unos con semblantes serios, otros eufóricos. Ese fue el
momento más triste para mí, pero eso ya lo contaré en otro momento.
Al final, el Capitán, emocionado pero sereno, mojado pero señorial, acompañado de su hijo lleno de
satisfacción por el homenaje que l´Ollería estaba haciendo a su padre. A todo el que miraba le hablaba
con los ojos: "siento lo que ha pasado, os doy las gracias por estar ahí, yo he cumplido hasta donde me
tocaba".
La gente aplaudía a rabiar, se cerraban los paraguas a su paso, querían mojarse como su Capitán, como
Juan Ruano, como Ruano que es como lo conocen. Su espléndido traje, su espectacular carroza. Su
música y al final su escuadra de amigos donde la gente de Marítimo estaba para honrarle.
Juan, mejor no se puede hacer, el agua no llega a los sentimientos que son internos, que están dentro de
nosotros. Todos los Capitanes reparten cosas en sus boatos. Tú has repartido algo que sólo algunos
elegidos pueden dar, emociones sinceras, sentimientos que observando al público y analizando lo que yo
sentí, sólo puedo definirla como intensos, incluso brutales.
Gracias Juan, Capitán 2008
Miguel Ángel BUSTOS PIZARRO
Presidente de la AGRUPACION DE MOROS Y CRISTIANOS MARÍTIMO VALENCIA